Al menos 35 personas murieron y otras 100 resultaron heridas este viernes en un ataque con cohetes contra la estación de Kramatorsk, en el este de Ucrania, donde centenares de personas esperaban un tren para salir de la región, asediada por fuerzas rusas en el día 44 de la invasión a Ucrania, en un ataque de cuya autoría ambos países cruzaron acusaciones.
El suceso fue primero comunicado por el responsable de la estación ferroviaria, Oleksander Kamishin, y por una autoridad de la zona de Donetsk -donde se encuentra Kramatorsk- que no está en poder de Rusia, y originó enfáticas condenas del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y de la Unión Europea.
Desde Moscú el ministerio de Defensa ruso afirmó que no lanzó ataque alguno contra la estación de Kramatorsk y fue más allá al señalar que “los misiles tácticos Tochka-U, cuyos fragmentos fueron hallados en los alrededores de la estación de Kramatorsk y (cuyas imágenes) fueron difundidos por testigos, solo son utilizados por las fuerzas armadas ucranianas”.
“Todas las declaraciones de los representantes del régimen nacionalista de Kiev acerca del supuesto ‘ataque con cohete’ llevado a cabo por Rusia el 8 de abril en la estación de tren de la ciudad de Kramatorsk son una provocación y son absolutamente falsas”, dijo el ministerio en un comunicado difundido por la agencia de prensa RIA Novosti, cuyo reporte fue recogido por las agencias de noticias AFP y Sputnik.
A su vez, el portavoz de las milicias prorrusas de Donetsk, Eduard Basurin, atribuyó el ataque, al que calificó como una “provocación”, a Ucrania.
“Ha ocurrido una provocación en Kramatorsk. Las autoridades ucranianas ni siquiera ocultaban estar preparando más provocaciones. Han anunciado evacuaciones desde Kramatorsk, Konstantínovka, Slaviansk, y la gente ha empezado a congregarse en lugares de posible salida, como estaciones de tren”, señaló el vocero, citado por Sputnik.
“Más de 30 personas murieron y más de 100 resultaron heridas tras un disparo de cohetes contra la estación (…) Es un ataque deliberado”, dijo en Telegram Oleksander Kamishin, responsable de la compañía ferroviaria ucraniana Ukrzaliznytsia. Minutos después, los servicios de rescate informaron que los muertos eran al menos 35.
Un reportero de la agencia de noticias AFP que acudió a la estación vio a centenares de personas que aguardaban un tren para salir de la región, amenazada por una ofensiva rusa de gran envergadura, en dirección a otras partes más seguras del país.
Frente a la estación de Kramatorsk se veían varios automóviles carbonizados y los restos de un misil. El lugar estaba sembrado de maletas abandonadas, vidrios rotos y escombros. El interior de la estación estaba cubierto de sangre, a menudo pisoteada y extendida hacia la calle, debido al movimiento de los cuerpos, reportó la agencia francesa.
De inmediato, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó de acto de “maldad sin límites” de parte de Rusia el ataque con cohetes contra la estación ferroviaria.
“Como no tienen fuerza ni valor para enfrentarse a nosotros en el campo de batalla, destruyen cínicamente a la población civil. Es una maldad sin límites. Y si no se castiga, no cesará jamás”, dijo el mandatario en Telegram, denunciando los métodos “inhumanos” de las fuerzas rusas.
Kramatorsk se encuentra en una zona de la provincia de Donetsk no controlada por la autoproclamada prorrusa República Popular del mismo nombre, una región rusoparlante de Ucrania que se alzó en armas contra la conducción nacional del país hace ocho años, luego de que Kiev no cumpliera con determinadas medidas de autonomía a las que se había comprometido en los acuerdos de paz de Minsk de 2014 y 2015.
Donetsk y otra provincia, Lugansk, integran la región esteña del Donbass, de mayoría de población de cultura e idioma ruso, que viene reclamando su independencia de Ucrania y actual objetivo de la invasión militar rusa, que hoy entró en su día 44.
Minutos antes de la confirmación del ataque por parte de Kamishin, el jefe de la administración militar regional de Donetsk, Pavlo Kirilenko, había señalado que “los nazis rusos” dispararon en el lugar un misil Iskander.
“La Policía y los equipos de rescate informan de decenas de muertos y heridos”, agregó, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Subrayó que “miles de personas se encontraban en la estación durante el ataque debido a que los residentes de Donetsk están siendo evacuados a regiones más seguras en Ucrania”.
“Los racistas sabían bien a dónde apuntaban y lo que querían”, reseñó Kirilenko, y agregó que Moscú “quiere destruir todo lo ucraniano.
“Rusia es un país de villanos y criminales. El mal debe ser detenido y castigado”, enfatizó.
Por su parte, las autoridades prorrusas de Donetsk confirmaron hoy que más de 30 civiles resultaron heridos durante la jornada de ayer por ataques de las tropas ucranianas.
“En las últimas 24 horas, a causa de los disparos de las formaciones armadas de Ucrania contra el territorio de la República Popular de Donetsk (…) 34 civiles sufrieron heridas de diversa gravedad”, publicó la entidad en su canal de Telegram.
Más sanciones
Por otra parte, La Unión Europea, el Reino Unido y Japón anunciaron más sanciones económicas contra Moscú, que en el caso del gobierno de Londres alcanzan a las hijas del presidente Vladimir Putin y al canciller ruso Serguei Lavrov y su hija, una medida que ya habían adoptado EEUU y el bloque europeo.
Katerina Tikhonova y Maria Vorontsova, hijas de Putin, y Yekaterina Vinokurova, hija de Lavrov, tienen ahora prohibida la entrada en el Reino Unido, donde se congelarán sus activos, precisó el ministerio británico de Relaciones Exteriores.
En otro orden, en un aparte de sus actividades proselitistas con vistas a las elecciones del domingo, en las que se juega la reelección, el presidente francés, Emmanuel Macron, anticipó este viernes que Rusia va a concentrar sus ataques en las zonas separatistas del Donbass, en el este de Ucrania, para intentar obtener una victoria para el 9 de mayo, el aniversario de la capitulación de Alemania en 1945.
“Para Rusia, el 9 de mayo es una fiesta nacional, una cita militar importante y es casi seguro que para el presidente Putin, el 9 de mayo debe ser un día de victoria”, explicó Macron a la radio francesa RTL.
Rusia recibió este jueves un duro castigo diplomático con la decisión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas de separarla de su Consejo de Derechos Humanos, una decisión que contó con 93 votos a favor, entre ellos el de la Argentina.
Consultado sobre esa votación, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov dijo que los países que pretenden tener una posición equilibrada sobre la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU “sufren una gran presión”.
“Es cuestión de entender esa situación difícil, de esa presión sin precedentes y, yo diría, de la coacción a la rusofobia. Todo eso lo experimentan todos los países que intentan ocupar una posición más o menos equilibrada. Lo entendemos”, dijo a la prensa.
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